Intentando que los robots sean más eficientes cuando trabajan en equipo (operaciones de rescate, vigilancia, etc) estamos aprendiendo mucho sobre la interacción de seres “inteligentes”, al igual que el estudio de las hormigas nos llevó al descubrimiento de la estigmergia.
La clave es ¿somos nosotros “seres inteligentes”? Cada vez lo dudo más. Porque nuestra principal capacidad, la de “sentir”, que podría ser un modo único de relacionarse con la energía, cada vez la entendemos menos.
Hace años que en alguna conferencia hablaba de cómo grandes fabricantes norteamericanos de tecnología (Microsoft, Xerox, HP, etc) introducían elementos en sus programas y equipos electrónicos que permitían, sin que lo supiera el usuario/propietario, que el gobierno americano accediese o recibiese determinada información (desde micropuntos delatadores en impresiones láser, hasta modificaciones al escanear ciertos patrones, pasando por envíos de información involuntarios, etc).
De todo esto había información más que de sobra en la red.
Según el Dr. Anthony Atwood, autor de “La guía completa del Síndrome de Asperger”:
Los ordenadores se hicieron por y para gente con Síndrome de Asperger.
Es muy curioso: EEUU (con el beneplácito de ONU, OTAN y UE) prohíbe la venta de determinadas tecnologías, como el cifrado fuerte (útil para defender la privacidad de los ciudadanos), láseres (con muchísimas utilidades), o centrales nucleares (para producir energía, aunque esté personalmente en contra), etc, con la excusa de que se podrían usar para fine bélicos.
¿Por qué, entonces, sí permite la venta de tecnologías que sólo sirven para censurar?
Para probar un script generador de nubes, se me ha ocurrido comparar (de nuevo el 27 de marzo de 2011, modificando el script gracias a las sugerencias de aaaaa) las páginas iniciales de 5 medios extranjeros. El resultado es muy revelador:
Y más (que cada cual saque su conclusión) si lo comparamos con medios nacionales:
En una tristemente divertida frase, Rana Sobhany, una DJ que emplea un iPad describe “la cadena de odio de la innovación”:
The vinyl guys hated the CD DJs, then the CD DJs hated the laptop DJs, and then I came along with the iPad, and all previous hate is channeled toward me.
Y luego la explica:
What I’m finding through anecdotal evidence, is that every time there is a paradigm shift as it relates to the performance of music, there is a compound level of disgust from other DJs.
Carlos (gracias co) me envía estos interesantes enlaces sobre DUST via ElLadoDelMal:
1, 2, y 3.