En MakesYouThink.Net tienen una serie de juegos online gratuítos para concienciarse de problemas varios (como medioambiente, armamento, etc.)
Uno de ellos (Climate Challenge) fue creado con la ayuda del Environmental Change Institute de la Universidad de Oxford. Ganó el premio European Green IT, y con él se formó a ejecutivos en gestión de riesgo en la pasada cumbre de Davos.
¡A jugar! (y a aprender).
Es sólo un concepto, pero dan ganas de desarrollarlo. Impresionante.
Más info aquí.
Pese a no creer en la existencia de la “Propiedad Intelectual”, ni ser partidario de fórmulas reformistas para acabar con una lacra como esa, he de reconocer que estrategias como CreativeCommons cumplen su papel y consiguen que se avance en la dirección adecuada (yo no soy partidario de ello, pero dicen que se saca más lamiendo que mordiendo… bueno quizá en el sexo oral sí que sea de completa aplicación dicha afirmación ;-).
Según un caso docente del Profesor Asociado de Tecnología y Gestión de Operaciones Robert Austin de la Harvard Business School, los mejores comprobadores de código informático son los autistas (ASD).
No, si ya decía yo … 😉
Ni puta idea. Esa es la conclusión que uno saca tras analizar un par de noticias que, puestas juntas, dan risa.
Por un lado los británicos, que no tienen la excepción de la Copia Privada en su ley de Copyright, a la luz de los datos de un estudio que demuestra que el 95% de la gente copia audiovisuales igual, aunque allí sea ilegal, se plantean si instaurar un sistema como el nuestro (con copia privada y canon).
Bill, del Consejo de Investigación Nacional de Canadá, envía un enlace a este artículo de Wired en el que se cita el estudio “Blogs and Military Information Strategy” escrito por James Kinniburgh y Dororthy Denning (sí, la misma que cuando era Directora del Departamento de Informática de la Universidad de Georgetown apoyaba al “Clipper Chip”) para la Joint Special Operations University (militares de EEUU) en 2006. Dicho estudio analiza el fenómeno blogger y el ejército (debate que trae cola: si son una pérdida de tiempo, un riesgo… o un arma).
Según este interesantísimo artículo (recomiendo su lectura íntegra) de Hexview, el Sistema de Monitorización de Presión de Neumáticos (TPMS) de todos los vehículos modernos contiene un sensor (que mide la presión de la rueda) y un transmisor que se comunica con el ordenador de abordo mediante texto plano usando una frecuencia de radio (normalmente, 315MHz o 433MHz).
No hace falta ser demasiado paranóico para entender que este mecanismo se puede emplear para monitorizar a cada vehículo (los TPMS llevan números de serie, por lo que es fácil identificar cada vehículo), o para poner multas.