Otra barbaridad desde ACAM.es y lección magistral de Bunbury
Reproduzco sin modificar (y con autorización, por supuesto 😉 un mensaje que he recibido esta mañana y que no tiene desperdicio:
——————————-
Querido Jorge,
Coincido contigo en el último artÃÂculo que has escrito en tu blog, pero te has olvidado una de las noticias más interesantes que ha “soltado” (ladrado, más bien) la ACAM estos últimos dÃÂas:
Galicia: nuevo ataque a los derechos de autor
https://www.acam.es/noticias_detalle.php?id=873
Me abstendré de comentar la noticia, que se comenta sola. Pero hagamos el ejercicio personal que siempre pido en estos casos: leamos entre lÃÂneas. Es curioso cómo la ACAM está empeñada en usar lo que yo estoy empezando a llamar “técnica Jorge Cortell”. Y que consiste, ni más ni menos, en que si la información es peligrosa, hay que matar al mensajero, cómo demuestra la frase, sacada (literalmente) de dicha noticia:
“Un artÃÂculo escrito sin fundamento e irresponsablemente por la periodista MarÃÂa Pardo, quien, habitualmente, se encarga de la publicidad del periódico”
De nuevo, si no puedes luchar contra la información, cargate al que la ha difundido. “Escrito sin fundamento e irresponsablemente” (esto sàque es ser objetivo), ahora ejercer de periodista y dar noticias es actuar “sin fundamento e irresponsablemente”, siempre que la información no beneficie a quién ya sabemos, claro. Pero es que lo de “quien, habitualmente, se encarga de la publicidad del periódico” es un torpedo directo contra el curriculum de esta persona, muy al estilo del que te lanzaron a tà(“Ni tiene un master, ni es doctor ni es un licenciado”, -¿recuerdas?).
Teo, me parece que váis “a toda mecha” y os créeis que “sóis la caña” 😀 pero cada vez se os ve más el plumero. Gracias, de corazón, a acam.es y a engendros cómo Chari Ferrer (espero que detrás de esa persona cobarde y enferma no se esconda MarÃÂa MonsonÃÂs, porque serÃÂa un tremendo desengaño), porque cada vez que abrÃÂs la boca, también le abrÃÂs los ojos a muchas personas (-¡y Dios mata a un gatito!)
Teo, -¿cuando dices en RNE que “siguen siendo malos tiempos para la lÃÂrica pero además ahora son buenos para lo rápido, lo urgente y lo chabacano”, incluyes a “Santa Justa Klan” y a su vergonzoso disco entre “lo rápido, lo urgente y lo chabacano”? Porque mira que ese disco es rápido, urgente y chabacano. Lo curioso es que firmes tú una de sus canciones. -¿Dónde está tu coherencia? Por cierto, comprate el nuevo disco de Bunbury, “Freak Show”, ponte el DVD y escucha su definición de “música urgente”:
“La canción de Carlos [Ann] era una de las muchas de su nuevo álbum, que me parece fantástico en general. Y de hecho me parece que los textos son especialmente profundos, especialmente importantes y necesarios, incluso. Son lo que últimamente estamos llamando música urgente. Música urgente. Es música necesaria, música de llamar a la puerta y decir: ‘-¿Hay alguien ahÃÂ? Porque necesitamos hablar contigo‘. Es música urgente.”
Es curioso, la misma expresión, “música urgente”, y dos maneras totalmente opuestas de ver su significado. Claro que por eso le pides a Teddy Bautista un acercamiento a músicos cómo Bunbury o Amaral(*). Porque tienen las ideas muy claras. Demasiado claras. Repito, comprate el nuevo disco de Bunbury (que incluye un DVD) y escucha lo que dice. Verás que es uno de esos artistas que “Chari” se empeña en decir que no existen, artistas que están hasta los mismÃÂsimos de todo lo que habéis creado alrededor del “viejo oficio” del artista, del cantante, del juglar…
Bunbury, en “Freak Show, la pelÃÂcula”:
“Me parece que este oficio que me ha tocado, no que me ha tocado, que he elegido, es especialmente bonito, a màme gusta especialmente. Lo que quiero es quitar todas las cosas que la Industria le ha añadido al oficio, que me parece que son las que sobran y las que no tienen nada que ver con lo que hacemos. En cierto modo lo que he querido es podar el árbol y dejar las ramas que sirven, las ramas que realmente hacen que luego salgan buenos frutos. Y todo lo demás, todas esas chorradillas y hojarasca que hay por ahÃÂ, pues he intentado podar y eliminarlas”.
“Estamos muy acostumbrados a que nos digan: ‘No, es que hay determinadas cosas que son asÑ. Cuando las cosas te dicen: ‘esto es asÃÂ, y tú estás metido en este cajón‘, de repente me sale el ‘Uno‘ que llevo dentro, el Atila que llevo dentro y me dan ganas de coger un bate de béisbol y destruÃÂr ese cajón en el que me han querido meter. Que a lo mejor es un cajón cómodo, y que a lo mejor es un sitio en el que podrÃÂa pasar el resto de mis dÃÂas de una forma maravillosa, -¿no? Pero sólo de pensar que tengo un lugar asÃÂ, tan cercado, y que encima ese lugar no lo he elegido yo… Me pone del hÃÂgado. Para mÃÂ, eso es la libertad: poder destruÃÂr ese cajón todas las veces que quieras. Todas las veces. Cada vez que te digan: ‘Este es tu sitio‘, bate de béisbol, y a joder el sitio. Hay que buscar lugares más emocionantes. O por lo menos, elegir el tuyo, cuál es el cajón en el que te quieres quedar”.
“Lo que sàme he encontrado muchas veces es con muy pocas ganas de continuar porque no me gusta el mundo de la música. Me gusta mucho la música y no me gusta el mundo de la música, cómo se mueve la música y la gente que hay alrededor. Parece que hablan otro idioma, totalmente diferente, y desgraciadamente están en el mundo que elegàyo.”
Dile a Chari que Bunbury es uno de esos autores “sin nombre y apellido”, que según ella no existen, que están descontentos con la Industria y con los parásitos del oficio musical. Chapeau por Bunbury, ojalá nunca logréis ese acercamiento (yo dirÃÂa más bien “alienación”) que pedÃÂas a Teddy Bautista.
Y cuando montes algo que se parezca remotamente al “Freak Show tour”, sólo entonces, Teo, es cuando podrás criticar “lo rápido, lo urgente y lo chabacano”. Mientras tanto, sigue escribiendo canciones para “Santa Justa Klan”, sigue apoltronado en tu sillón de la ACAM, lamiendo la mano de la SGAE e insultandonos diariamente desde acam.es a todos los que no tenemos una venda tapandonos los ojos. El tiempo es el que, al final, os pasará factura. Y en estos momentos, estás en el bando de los que van a perder la guerra. Porque somos muchos y porque no estamos dispuestos a que nos digáis, ni tú, ni Teddy, ni Farré, cuál es nuestro ‘cajón‘.
Un saludo a todos.