Es la hora del almuerzo en mi empresa (la que suelo emplear para navegar, leer RSS y sobretodo postear).

En el piso de abajo, junto a la máquina de café, dos compañeros (a los que aprecio de corazón) discuten sobre la selección española de fútbol. A mi pesar, los oigo por mi ventana (abierta, que llega el calor y no quiero demasiado aire acondicionado).

En el despacho de al lado, la señora de la limpieza habla con alguien sobre un programa de televisión rosa que no soy capaz de reconocer, ni creo que quiera hacerlo. A mi pesar, la oigo por mi puerta (abierta, como siempre, a todo empleado-compañero que quiera hablar conmigo).

Y en mi pantalla el debate que el profesor Jim Heskett de la Harvard Business School plantea, como todos los meses, online. Este mes: Who Will Cast a Longer Shadow on the 21st Century: Friedman or Galbraith?

No juzgo qué es mejor ni peor. Ni siquiera entro a qué es bueno o malo. De hecho este tema da para un extensí­simo debate sobre los conceptos del bien/mal, absolutismo, felicidad, consumo, etc, que no acabarí­amos en nuestra corta vida. Pero, aunque me llamen geek, empollón, aburrido, y vaya usted a saber qué más, por favor, que no me hablen de fútbol ni de “periodismo” rosa.

Y por si alguien se lo pregunta, obligados a elegir, Galbraith, por supuesto.