Si hasta Microsoft incluye un plug-in (para Windows only, of course) para que documentos creados en Office puedan acoplar una licencia CC fácilmente -¿por qué le cuesta tanto a las discográficas y suciedades de gestión probar nuevas fórmulas?

PD: -¿Será esta la “oscura alianza de intereses” a la que se referí­a Pedro Farré?