Su señoría reconoce que son marionetas
El pasado viernes 2 de junio impartí una clase en el Master en Comunicación y Crítica de Arte (dentro del Módulo II: Los mercados de la cultura: artes visuales, arquitectura y patrimonio) “El debate sobre los derechos de autorâ€, organizada por la Girona International Graduate School.
Justo antes de la mía, el Sr. ílex Saez, diputado en el Congreso por el grupo socialista y ponente de la actual reforma de la ley de “Propiedad Intelectual” impartió la suya (que se centró exclusivamente en la ley en sí).
Antes de que el Sr. Saez tuviese que marchar para asistir a una reunión sobre “inmigración ilegal” (sí, reconocido por él, los parlamentarios son “hombres orquesta”) reconoció que no son expertos en nada (él es abogado experto en derecho de seguros, y dijo “estoy con esto de la Propiedad Intelectual desde hace cinco mese y ya soy de los que más sabe del tema en mi partido”… y os puedo garantizar de que a parte d ela ley no tiene NI IDEA de lo que está ocurriendo, y se cree a pies juntillas la manipulación intoxicada de la SGAE), tuvimos la oportunidad de debatir brevemente.
El Sr. Saez recitaba las frases extraídas del manual de la SGAE (del tipo “el canon es el salario de los autores”, “sin mercado no hay cultura”, o “con el DRM conseguiremos acabar con el canon”), a lo que yo le rebatía con cifras y argumentos bien conocidos por los lectores de este blog ("el canon no es justo, ni equitativo, ni se reparte bien, ni da para comer a los artistas, beneficiando sólo a las sociedades de gestión", “hay muchísima cultura al margen del mercado, hay mercados alternativos, pero sobretodo hay mucha cultura que el mercado hace desaparecer; además mercantilizar la cultura no sólo es deleznable sino anticonstitucional”, o “el DRM es el peor ataque que se puede hacer a los derechos de los consumidores y a la propia obra”).
Por curioso que parezca, el Sr. Saez terminó diciendo “si tienes razón, me tengo que ir pero si sigo aquí cinco minutos más me convences”. Y reconoció “a nosotros nos viene la SGAE, nos viene VEGAP, traen a dos pintores, un cantante, y un actor bajo el brazo, y claro, nos convencen enseguida, como no recibimos a nadie más diciendo lo contrario”.
Reconozco que me sorprendió su buena disposición, su amabilidad, y su talante. Para nada se mostró distante ni tajante. El problema es que no saben que existimos. No saben lo que ocurre en la red, en las suciedades de gestión, en las tiendas o en los tribunales.
Propongo a todo el que estuvo en dicha clase, y por supuesto al Sr. Saez, que me corrijan si he citado alguna frase mal o fuera de contexto. Por desgracia me temo que son bastante fiel reflejo de lo que se habló.