El diario Avui publica una noticia que cuesta creer: detienen en Badalona a un camello que vende hachí­s a menores cerca de un instituto. Lo increí­ble, por desgracia, no es eso. Lo increí­ble es la nota que empleaba para atraer a sus ví­ctimas:

Siempre he estado en contra de las grogas, o cualquier sustancia no terapéutica que modifique el comportamiento. Sobretodo en mercados no regulados y controlados por delincuentes (no por la criminalización de la actividad en sí­, sino por sus propias acciones). Y sobretodo, con impresentables como el este.

Chavales (y no tan chavales): no es que la droga no “mole”. Es que hay que ser capullo para tomarla, y permitir que el consumo, su efecto, la adicción, y las mafias controlen tu maravillosa (por triste que sea) vida. Piénsatelo. Si quieres “caña”, te puedo dar mil ejemplos sanos, y ninguno pasa por meterse mierda en el cuerpo. Ahora haz lo que quieras que para eso eres libre. Pero eso sí­, recuerda que por tu propia decisión puedes dejar de serlo.