Apuntes desde Chicago I: la pesadilla del viajero
Una vez embarcado en el avión, el piloto ha comunicado que había un problema técnico en el motor, y por supuesto así no podíamos volar. Nos han desembarcado, y espera de 3 horas más (ya llevaba 3) en el aeropuerto.
A la llegada a Chicago me ha ocurrido la situación más absurda con una reserva de hotel que me ha pasado en muchos años de viajar por el mundo: yo había reservado online (prepagado con tarjeta de crédito, y confirmado por escrito desde hace mes y medio) un céntrico hotel. Al llegar con el taxi, comprueban mi reserva, y me dan un fax que la agencia de viajes corresponsal (Miki Travel London Ltd.) de la de la web (GTAHotels.com) diciendo que “debido a un error interno no han podido efectuar mi reserva, pero que me han conseguido otra en un hotel cercano. Disculpe las molestias”.
¿Molestias? Más bien putada: ya tenía reuniones de trabajo organizadas en el hotel, y el otro es peor y queda a 3 kilómetros, alejado del centro.
Ya casi es media noche, así que, cansado, subo a un taxi y voy al otro hotel. Cuando comprueban mi reserva me dicen “aquí no tenemos ni reserva ni noticia de todo esto”. WTF!!!!!
Llaman al número de atención 24/7… nada, no lo cojen. Muy amablemente me dicen que me pueden dar una habitación para esta noche (está todo lleno, pues hay una feria de muestras muy importante en la ciudad estos días). Me cobran el TRIPLE de lo que me costaba con la reserva. Me dan una habitación de fumador (es lo único que les queda, y aunque odie el humo no quiero dormir en la calle) y encima la calefacción no funciona (-1?C ya pica).
Me voy a la habitación hechando pestes. Se me ocurre mirar el correo antes de irme a dormir, y veo que el cliente japonés con el que me reuno mañana me ha enviado un documento de dudas técnicas que quiere que le lleve preparado. Mis ingenieros en España están durmiendo. Encima me toca trabajar toda la noche. Posteo por desahogarme, pero me he de poner a idear diagramas. Buenas noches.
Mañana sé de uno que va a hablar con los abogados.
Porca miseria.