Norman Cook (“Fatboy Slim”), a la pregunta " ¿Cuál es la ciencia del House?", respondió:

“Se trata de sexo, ¿no? House y disco van a unos 120 a 125 bpm, que es probablemente el ritmo al cual la mayoría de nosotros folla. Ha habido gente en la historia que han hecho música con éxito que tenía el poder de hacer a la gente sentir como si estuviesen teniendo sexo cuando la bailaban. No conozco tu técnica sexual, pero un buen disco de baile lo tiene todo: ese ritmo constante, la subida, un momento de anticipación, y el climax.”

La ciencia de la música, del baile, del marketing, del consumo, de la política… somos tan patéticamente predecibles, simples en nuestra complejidad de cócteles neuroquímicos, nudos psicoanalíticos, cargas, estructuras, instintos, impulsos, reacciones, defensas… entiendo el atractivo de la mística, de la religión, de lo filosófico, de lo impredecible, de lo subjetivo, de lo etéreo, de la incertidumbre, del caos.

¿Quién quiere respuestas abrumadoras? ¿Quién se atreve a conocer la verdad inalcanzable? Si la verdad es aquello que no podemos conocer, por algo será…

“Lo que de hecho quieren los hombres no es el conocimiento, es la certeza”

Bertrand Russell