Hurricane Sandy in Baltimore
El Huracán Sandy ha salido en todos los medios. Así es como yo lo he vivido.
Tenía agendado hacer una presentación científica en la reunión anual de la Asociación de Patología Digital en Baltimore, MD (EEUU). Así que el domingo 28 salí de NY en tren, y llegué a Baltimore. Debo admitir que acabé el poster en el tren (en los trenes Acela tienen enchufes y wifi libre y abierta, lo que es estupendo), y lo imprimí en el Kinko‘s local, una hora antes del límite para presentar el material, que eran las 18:00h.
Fui al Hilton del Centro de Convenciones de Baltimore con mi poster, lo monté, me quedé a la recepción y cocktail, y salí a las 20:00h. Hacía frío y llovía, pero llevaba un paraguas, así que no pasaba nada.
Al día siguiente, lunes 29, llegar al Centro de Convenciones desde mi hotel, situado a tan sólo 2 manzanas, no fue muy agradable. De hecho, el viento hacía que no se pudiese mantener el paraguas recto, y llovía fuerte. Pero para cuando acabó la sesión de la conferencia y tuve que regresar al hotel, se había convertido en una pesadilla.
Sujeté el paraguas fuertemente, pero el viento demostró ser mucho más fuerte. Con vientos máximos sostenidos de 150km/h, mi paraguas se convirtió en un amasijo de tubos metal retorcidos. La lluvia caía horizontal, y no había casi coches en la calle (ni servicio de taxi). Luego me enteré que la policía había impuesto un toque de queda a las 18:00h. Eran las 18:30h. La lluvia impactaba en mis gafas como piedras, y se sentía muy muy fría; tanto que mi cara y manos estaban rojas y completamente entumecidas. Los semáforos colgantes oscilaban violentamente, las ramas de los árboles volaban, e incluso un pedazo de escayola de la entrada del parking del Sheraton impactó en mi cara (aunque no lo suficientemente fuerte como para arreglármela). A veces daba dos o tres pasos sin tocar el suelo, y no podía parar en los semáforos, aunque por suere no había ningún coche. Para cuando llegué al hotel, estaba completamente empapado, desde la gabardina hasta la ropa interior, y congelado.
Por supuesto mi tren de regreso había sido cancelado, y llegaban noticias de que había cortes de luz en Nueva York, orden de evacuación de varias zonas (en el mapa muestro las zonas, y en un círculo dónde vivo), y que el aeropuerto, túneles y metro estaban cerrados…
Por suerte el hotel me ofreció prolongar mi estancia lo necesario, respetando la tarifa negiciada. Pero como el personal no podía llegar al hotel, no había servicio de habitaciones. Así que otra noche más. Yo sólo había cogido ropa para una noche. Las tiendas estaban todas cerradas. Y no había serivcio de lavandería en el hotel. Hora de lavar mi ropa a mano.
El día siguiente, martes 30, recibí un mensaje del sistema automatizado de mi edificio avisando de que había cortes de luz (lo que significaba que no había agua caliente, ascensor a ninguno de los 50 pisos, ni por supuesto electricidad) al sur de la calle 39 street. Eso significaba tanto mi apartamento como mi oficina. Muy apropriadamente escuchando a Eurythmics – Here Comes The Rain Again 😉 metacafe.com/w/sy-5749511
Aproveché la oportunidad para trabajar un poco más, y de paso asistí a la reunión anual de la Sociedad Americana para las CIencias de la Información y la Tecnología (que se reune en el mismo Centro de Conveciones).
Se estaba convirtiendo en imperativo personal regresar a NY. Pero después de otro vuelo cancelado, y otro período de espera por parte de la compañía de trenes, finalmente conseguí una reserva… en el tren del jueves 1 de noviembre a las 03:54am. Aunque como no me gusta aceptar las contrariedades fácilmente, he decidido buscar alternativas. Las compañías de alquiler de coches no me alquilan uno. Pero he encontrado un operador de autobuses que me lleva a NY el miércoles 31 por la mañana. [Actualización: los autobuses tampoco funcionarán hoy, así que no me queda más remedio que tomar el tren de las 03:54am esta noche Actualización 2: Trenes cancelados, al final salgo en bus al día siguiente]. Esta ha sido la primera parte de enfrentarse al Huracán Sandy. Veremos una vez llegue a Nueva York…