El 23 de junio me invitaron al Google Next Event, como cliente y potencial partner de Google.
Fue un tanto chocante comparar el tono y espíritu general del mismo evento en Nueva York el año pasado.
En Nueva York todo estaba orientado hacia el networking, y daba la sensación de que uno podría ser cualquiera, y no importaba si representaba a una gran empresa o una “intención de startup”.
En Londres parecía más como una gira, como “vamos a hacer esto aquí para que nadie de este lado del charco pueda decir que no nos importa Europa” o “vamos a hacer que un par de clientes y partners suban al escenario y así otros más se apuntarán”.
Sábado, 2 de mayo, nuestro último día en alta mar. Nos levantamos tarde, pero aún a tiempo para tomar el desayuno en el restaurante Britannia. A las 10 am asistimos a una conferencia muy interesante por Aldon Ferguson sobre “Operaciones Encubiertas en la Guerra Fría”. Después de otro cambio de hora, tomamos un almuerzo seguido de una siesta inesperada.
Amablemente declinamos asistir al Show de Talentos de Pasajeros, y nos fuimos a la biblioteca, a ponernos al día con un poco de trabajo y devolver los libros que habíamos tomado prestados.
El viernes 1 de mayo, nuestros cuerpos finalmente quedaron atrapados por todo el estrés acumulado anterior al crucero, así que dormimos hasta las 13:00, teniendo en cuenta el cambio de hora. Al despertar nos dirigimos directamente a almorzar (“¿desea un café con su pastel de hígado de ternera, señora?”), seguido de un paseo muy agradable por la cubierta.
Después del té de la tarde, trabajamos con nuestros ordenadores portátiles en la biblioteca.
El miércoles, 29 de abril nos despertamos muy tarde, justo cuando el Comandante anunciaba que estábamos “en mitad de la travesía”. Te das cuenta de lo tarde que es cuando el mayordomo te saluda “buenas tardes”, y vas directamente al almuerzo (justo después del procedimiento de inmigración de mi esposa). Fue sorprendente, al menos para mí, que a pesar de que llegamos media hora tarde a ese procedimiento, faltaban 80 personas por llegar, la mayor parte de la de los EE.
El martes, 28 de abril finalmente conseguimos despertar lo suficientemente temprano como para disfrutar de un desayuno de servicio completo en el restaurante Britannia y asistir a la conferencia de la mañana “Meteoros, meteoritos y cometas”, por Howard LG Parkin. Aunque el Royal Court Theater estaba bastante lleno, en cuanto su conferencia terminó, se llenó completamente llenada para la siguiente conferencia: “Supervivencia en soledad", donde Terry Waite nos contó cómo, mientras trabajaba como negociador para el Arzobispo de Canterbury, fue tomado como rehén en Beirut y sobrevivió durante 5 años, 4 de los cuales los pasó en celda de aislamiento, siendo torturado y sufriendo un simulacro de ejecución.
El lunes, 27 de abril nos despertamos muy tarde otra vez, así que tomamos el desayuno en el restaurante Lido, y fuimos directos al Royal Theater Court para escuchar la conferencia a cargo de Howard LG Parkin “Las Constelaciones – Mito, Leyenda y Misterio”, seguida de otra conferencia, esta vez por Simon Dinsdale, en la que compartió algunas de sus experiencias como un guardaespaldas de la familia real.
Después de un almuerzo ligero, fuimos a la biblioteca.
El 26 de abril nos levantamos bastante tarde, con la maravillosa sensación de no tener ninguna prisa, y disfrutamos de un buen desayuno buffet en el restaurante Lido.
Tras el desayuno dimos un paseo al rededor del barco, explorando sus diversas salas, desde la sala de juegos a la biblioteca. Definitivamente no es un barco “espectacular”, pues está decorado de un modo sutil y conservadoramente elegante. Quizá su punto más débil, como con tantos otros cruceros, sea el arte, y el más interesante sea el Cunardia (el primer museo flotante de Cunard) celebrando 175 años de historia.