El jueves pasado me reuní con ejecutivos de Dell en el Centro de Soluciones de Dell en Nueva York para explorar un posible acuerdo entre mi empresa y Dell.
Es curioso cómo las grandes empresas han adoptado este sistema de oficinas / centros de “soluciones” para hacer presentaciones a clientes, repartidas en las principales ciudades del mundo. Con el teletrabajo ganando terreno pero aun siendo el cara a cara algo fundamental en los negocios, tiene mucho más sentido del que parece.
En el segundo día del crucero atracamos en Génova.
Tras una breve carrera en taxi hasta el centro desde el puerto, exploramos su ecléctica catedral, un palacio en ruinas convertido en tienda de antigüedades, preciosas arcadas y calles estrechas.
A mi mujer y a mí nos han invitado a la travesía inaugural del Norwegian Getaway. Un barco “gemelo” del Norwegian Breakaway, en el que ya fuimos de crucero inaugural el año pasado. Este barco es casi exactamente idéntico.
Disfrutamos de la buena mesa en Le Bistro, Taste y el Tropicana, cócteles y música en Bliss, y sobre todo entretenimiento:
El cómico Ralph Harris en el Club de la Comedia Headliners El musical Burn the Floor Illusionarium, un buen espectáculo de magia con temática steam-punk y cena Buddy Valastro (Cake Boss) en una sesión de decoración de pasteles en directo El regreso al puerto y atraque nos ha dado una bonita vista del skyline de Manhattan, junto con la vista del río Hudson con grandes trozos de hielo (los lugareños dicen que no se veía algo así desde 1977).
Tras pasar una agradable fiesta de acción de gracias con la familia de mi esposa en el oeste del estado de Nueva York, volé directamente a Chicago donde pasé la primera semana de diciembre exponiendo en la feria de tecnología de imagen médica RSNA junto a IBM y Avnet, con mi amigo y compañero de trabajo Juan. No sólo fue bueno para los negocios, sino que vimos tecnología alucinante (como la impresión en 3D de órganos), hicimos amigos, y nos lo pasamos bien en un par de fiestas.
El otro día mi mujer y yo nos tuvimos que poner varias capas de ropa de invierno para poder salir del apartamento.
Luego, al regresar, vimos esto en internet, y ¡no podíamos parar de reír!
Visto en el Museo MET de Nueva York.