Soy urbanita, y me gusta la gastronomía. No practico el turismo rural. Pero aun así hoy he descubierto en Málaga, gracias a mi cuñado, un restaurante estupendo “en medio del monte”. Por lo alejado que se encuentra de cualquier población importante o autopista, dudo muy mucho que yo jamás hubiese ido por mi propia iniciativa. Pero me alegro de “haber sido arrastrado” a visitar este pequeño museo dedicado a los bandoleros, frecuentado por turistas y gente del lugar. Y sobretodo de no haber conducido yo esa carretera sinuosa al borde del barranco sin quitamiedos 😉