El Estado de contínua Excepción en el Estado de Derecho
Todos los participantes del movimiento 15M, y me incluyo, aunque sólo pasaba por ahí para comprar el pan 😉 deberíamos ser multados y/o detenidos. Pero no va a ocurrir. Así es como se desprestigia (paso previo en su declive a su ocaso y derrumbe) una institución. Y de eso se trata.
Si la ley es igual para todos, no puede haber excepciones. Si la ley se ha de aplicar en cualquier caso, no puede haber excepciones.
Desde las multas de tráfico cuando aparcamos en doble fila, que no ocurren cuando se aparca en triple fila los días de partido de fútbol en las inmediaciones del estadio, hasta los excesos de horario y ruído que no se permiten cualquier día (a no ser que sea Fallas, Semana Santa, Feria, San Fermín…), pasando por esos cancerígenos lugares de aparcamiento reservado V.O. (vehículos oficiales, ayuntamiento, consulado, tribunal de cuentas, consejería de turismo, etc, etc) como si sólo los funcionarios necesitasen aparcar, o tuviesen un derecho de pernada asfáltica.
Poco a poco, como la rana que se hierve en el ejemplo de Al Gore sobre el cambio climático, nos hemos acostumbrado al Estado de contínua Excepción, y nuestro fastidio lo sobrellevamos, con una umbral cada vez mayor, pero con un hartazgo proporcionalmente creciente.
Pero a veces hay asuntos, hay estandartes, que son “la gota que colma el vaso”. Como los numerosos casos de pedofilia y abusos sexuales a menores de la Iglesia Católica, que con todos los cargos y acusaciones que se le puede hacer ha tenido que llegar la entrepierna a poner un punto de atención demorado más de diecinueve siglos, es la labilidad del entramado legislativo-ejecutivo-judicial aplicado al proceso electoral lo que puede que deje definitivamente en evidencia y sistema de apariencia sólido y resoluto, pero que hace en realidad tan poco para cubrir las necesidades del indivíduo socializado como hace la iglesia para aplacar los miedos del inconsciente.
Basta de confundir Estado con Sociedad (que no deja de ser una agrupación de indivíduos), basta de confundir Espiritualidad (que posiblemente no deje de ser una debilidad cerebral) con Religión.
Si no se disuelven las manifestaciones-sentadas-acampadas hoy, el Estado de Derecho mostrará su verdadera cara y debilidad, marcando con ello un declive que comenzó hace tiempo. Si por el contrario se aplica la ley, podrá comenzar una imparable cadena de acontecimientos de mayor o menor violencia que intente revertir la perversión en que se ha convertido todo esto.
Así que parece que el “movimiento 15M” conseguirá lo que se propone ocurra lo que ocurra… a no ser que haya silencio.
Disimulo, cautela, diplomacia, pacto, palmaditas, foto, anécdota, tangencialidad, ponderación, eufemismo, desvío, entretenimiento, alienación, intoxicación, mentira, estafa, control, fascismo… y volvemos a donde estábamos.