Dos días en Milán
Para asistir a la conferencia de la Sociedad Europea de Genética Humana, pasé un fin de semana en Milán (Italia) con mi mujer.
La Sociedad Europea de Genética Humana es la reunión de genética humana más grande de Europa. Nuestro nuevo responsable de Bioinformática sugirió que deberíamos asistir para aprender, compartir y conocer a gente. Así que mi mujer y o planeamos un fin de semana en Milán.
Tras un vuelo MUY temprano, llegamos y fuimos directos al Hotel Chateau Monfort, un Palazzo parte del Grupo Relais & Chateaux. Como una cajita de joyería, todo era pequeño y precioso, con un estilo y encanto de la ‘Vieja Europa’.
El sábado era mi día libre, así que paseamos por toda la ciudad. Via Vittorio Emanuele II llegamos al centro en 5 minutos, y visitamos el Duomo, Galleria Vittorio Emanuele, y la Scala (por desgracia no había niguna actuación programada para esa noche). Luego, via Via Dante pasamos por el Castello Sforzesco, donde vimos pasar los coches participantes en el Rally de Milán, y luego fuimos hasta la iglesia de Sta. Maria delle Grazie (hogar de ‘La Última Cena’).
Tras el Museo de Ciencia Leonardo Davinci y la iglesia de San Ambroglio, fuimos a tomar un almuerzo de antipasti típico italiano a Peck. Después fuimos (como dijo mi mujer, ’tienes que ir’) a ver la estátua del “Dedo Corazón”, que muy apropiadamente apunta a la Bolsa en la Piazza dei Affari.
El título oficial de la escultura es L.O.V.E., acrónimo de Libertà, Odio, Vendetta, Eternità y fue creada en 2010 por el artista italiano Maurizio Cattelan, conocido por sus provocativas obras. La obra se supone que era una instalación temporal de dos semanas de duración, pero la alcaldía decidió dejarla indefinidamente.
Tras todo eso, fuimos a visitar uno de mis nuevos museos favoritos: El Museo Novecento, con una gran selección de obras del siglo XIX, en particular Futuristas. Como había un concierto en la Piazza Duomo, no fue fácil llegar a la puerta principal, pero mereció completamente la pena, y asumo que fue la razón de que no hubiese mucha gente dentro.
Después del museo, como nos habíamos levantado tan pronto y al día siguiente había que trabajar, decidimos irnos a dormir.
Al día siguiente tomamos un excelente desayuno en el hotel, y mientras mi mujer iba de compras a Corso Buenos Aires, yo fui directo al ESHG en el Milano Congressi, donde me reuní con mi equipo (Pablo y Jose). Visitamos stands, asistimos a presentaciones, y leímos muchos posters y papers.
Con la cabeza llena de ideas y los bolsillos llenos de tarjetas de visita, tomé el metro para reunirme con mi esposa en el centro. Cenamos, pasta esta vez, en un restaurante italiano muy tradicional, Osteria Mamma Rossa, en la Piazza Cincinnato, antes de ir a dormir. Al día siguiente nos levantamos a las 3am para llegar al aeropuerto a tiempo de embarcar en el vuelo para Málaga.