Parafraseando a un amigo, eso es lo que me contesta cada vez que, en mi obsesión por la privacidad, le pregunto si parezco paranóico: “no eres paranóico si de verdad te persiguen”.
Desde finales de los años 80, cuando vivía en los EEUU (entreteniéndome con la búsqueda de listados de números de acceso a BBS, passwords por defecto, etc), he intentado mantener mis datos a cubierto. Pero mi verdadera obsesión por la privacidad vino tras un breve período (en 1999) en el que colaboré con varias agencias gubernamentales de la administración Clinton.
-¿Qué es la abstracción y cómo puede ser bendita y maldita a la vez?
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define “abstracción” como la acción y efecto de abstraer o abstraerse. A su vez define “abstraer” como (entre otras definiciones) separar por medio de una operación intelectual las cualidades de un objeto para considerarlas aisladamente o para considerar el mismo objeto en su pura esencia o noción.