Del 18 al 23 de febrero viajé a Orlando, Florida (EE. UU.) por la feria HIMSS. Por mucho que he disfrutado de la magia de los parques de Orlando en el pasado, este ha sido un viaje exclusivamente de negocios. Soy un ciudadano de la UE (España) que vive en el Reino Unido, y tomé un vuelo directo de Londres a Orlando. Recientemente he renovado mi pasaporte y la ESTA, por lo que debería ser capaz de entrar en los EE.
Ayer fui con mi mujer y mi hijo a la exposiciónYou Say You Want a Revolution? Records and Rebels 1966-1970 del museo Victoria & Albert. El objetivo de la exposición estaba claro:
¿Cómo han cambiado las revoluciones terminadas e inacabadas de finales de la década de 1960 la forma en que vivimos hoy y pensamos en el futuro?
Tenía muchas ganas de visitar la exposición. Es tan oportuna, y tan necesaria, pensé.
A menudo he criticado a los artistas que se esconden trás “mi trabajo habla por sí mismo” o “depende del espectador interpretar mi trabajo”. Buen intento, pero eso es una chorrada.
¡Por supuesto cualquier persona puede interpretar cualquier cosa cuando se enfrenta a una obra de arte! Pero el artista debe por lo menos intentar explicar el significado trás la pieza. No importa lo explícita (u oscura) que pueda ser. No es “restringir al espectador”, es guiar; sugerir no es imponer.
Jorge Cortell, curador de arte, entrevistado por Airida Rekštytė el 4 de noviembre de 2016
Quiero hacerle las siguientes preguntas sobre la idea de la exposición; creo que de acuerdo con su profunda formación teórica (sic), no le será difícil de exponer brevemente sus intenciones al organizar este evento. Tenemos un círculo mimado y exigente de visitantes y espectadores, así que necesitamos darles un poco más sobre la concepción principal:
Caminando hacia mi oficina londinense en Shoreditch
para reunirme con el inversor suizo y su traje impecable,
dejando atrás el paso rápido con café en la mano de los banqueros de la City,
me he dado cuenta de la ausencia de la que nadie parece haberse percatado
¿A dónde fue?
Su saco de dormir y almohada siguen todavía en la acera
colocadas en la esquina tan molestas como siempre
Pero no está
Ayer fuimos a ver un par de exposiciones en Somerset House, en Londres.
La primera exposición que vimos fue “TINTIN: Obra maestra de Hergé”. Básico pero obviamente atractiva, estaba demasiado llena para poder disfrutarse.
La segunda fue “Big Bang Data”.
Aunque, sin duda interesante, especialmente para alguien que trabaja en, enseña y le encanta la tecnología y el big data como yo, para mí el aspecto más interesante de esta exposición es que todo el mundo que estaba allí ya había experimentado el tema.
El 2 de diciembre fui a la Galería Tate Modern, que está cerca de casa, con toda la familia, aprovechando que mi suegra vino de visita.
Me gusta mucho la forma en que está configurada de acuerdo a conceptos, en lugar de cronológicamente, por artistas, o estilos. Más galería que museo. Expone las obras a través del foco subjetivo del curador. Me pregunto si los propios artistas estarían de acuerdo con los parámetros de la colección, pero sin duda es un cambio necesario a la lógica museística más tradicional.